"Un supervisor sin recetas" es una obra que reflexiona sobre el papel de la supervisión educativa en el contexto de la Nueva Escuela Mexicana. Los autores, Juan Carlos Ayala Pérez y Federico Martínez Gutiérrez, destacan la necesidad de transformar la supervisión de un modelo jerárquico a uno colaborativo, donde se valore la autonomía y la corresponsabilidad de todos los actores educativos. A lo largo del texto, se abordan temas como la ética en la supervisión, el liderazgo pedagógico y la importancia de un acompañamiento adaptado a las realidades de cada escuela. La obra invita a los educadores a cuestionar y reflexionar sobre su práctica, promoviendo un ambiente educativo más justo e inclusivo. Además, se enfatiza la relevancia del diálogo y la construcción colectiva del conocimiento, siguiendo el pensamiento de Paulo Freire. En un mundo educativo en constante cambio, los autores proponen que la supervisión debe ser un proceso de aprendizaje continuo, donde cada docente y supervisor se convierta en un agente de cambio, capaz de responder a las necesidades de la sociedad contemporánea.