La FAO desarrolló un Enfoque Nacional Integrado (ECI) para promover el empleo rural decente. El enfoque aprovecha un conjunto de funciones básicas de la FAO, a saber: asesoramiento sobre políticas y estrategias, apoyo técnico y desarrollo de capacidades, generación de conocimientos, asociaciones, así como promoción y comunicación. En la fase inicial del Programa se llevan a cabo ejercicios de evaluación en profundidad para adaptar mejor la intervención a las demandas de los países y a las necesidades de desarrollo de capacidades. Todo el enfoque está orientado hacia un cambio sostenible de las políticas y hace hincapié en el fortalecimiento de las capacidades de las instituciones nacionales responsables de la agricultura y el trabajo para promover el empleo rural decente, incluso a través de asociaciones público-privadas y mecanismos de múltiples partes interesadas. Asimismo, el enfoque facilita la colaboración entre la FAO y otros organismos de las Naciones Unidas, como la OIT o la ONUDI. La igualdad de género y la sostenibilidad medioambiental se integran siempre como cuestiones transversales.