A Óscar le dan miedo la criatura de la noche y el león de Correos. Por eso le resulta tan difícil irse solo a la cama a la hora de dormir y echar las cartas que escriben sus padres. Un buen día decide que lo mejor es introducirle al león en la boca unos cuantos caramelos antes de las cartas. Llega un momento en que el «truco» no funciona, pero él descubre un gran secreto que le ayudará a superar su miedo.