A pesar del impulso que las Instituciones Autonómicas vienen dando en aras a potenciar la creación de empresas en la región, hasta ahora existe un importante vacío de conocimiento y puesta en marcha de un sistema que identifique y evite la desaparición a corto plazo del tejido empresarial ya creado. En este sentido, el estudio que se presenta en estas páginas nos relata cómo el vínculo familiar potencia mejor la cultura empresarial para mantener el ritmo de competitividad empresarial y, por tanto, el desarrollo económico y social. La principal conclusión del trabajo es que las empresas familiares se enfrentan a cinco retos esenciales: garantizar su continuidad generacional, incrementar su dimensión, profesionalizarse, invertir en tecnología e innovación, emprender procesos de internacionalización.